“Ufff para emprender hace falta ser muy creativo. Yo no sería capaz”.
“¿Un negocio propio? Qué va, eso es para gente con más talento”.
“Sí, claro que me gustaría mandar a paseo a mi jefe. Pero es que con las cosas como están ahora, a ver quién es el guapo que se la juega emprendiendo”.
Confiésalo: ¿cuántas veces has pensado algo parecido?
Mira, nosotros siempre decimos que emprender no es fácil. Es una carrera de fondo… una donde la pista está llena de baches y de obstáculos. Pero ya que sencillo no es, por lo menos no empieces con una mochila llena de mitos lastrándote.
Te lo decimos porque, lo creas o no, tener éxito emprendiendo no implica ni ser el más talentoso, ni el más atrevido ni tampoco vivir al borde del infarto.
Para el común de los mortales, el “secreto” es tan simple como trabajar duro y hacer las cosas bien.
En lo primero no podemos ayudarte, lo sentimos. Las ganas las tienes que traer de casa.
Pero si estás dispuesto a currar, con lo segundo sí te podemos echar una mano.
En este post hemos recopilado los pasos para tener éxito emprendiendo y hacer realidad ese proyecto que tienes en mente.
¿Te animas?
Pues que empiece la carrera. 😉
Índice de contenidos del artículo:
✅ El plan de acción para pasar de “No tengo ni idea de montar un negocio” a “Estoy viviendo mi sueño”
Emprender es como comerse un elefante: tienes que ir bocado a bocado.
O dicho de otra forma, divide el proceso en pasitos pequeños y te resultará mucho más sencillo.
Vamos con el primero.
👉 1. La mentalidad es el 90% del éxito
Ahora mismo seguro que la idea de crear tu propio negocio te hace mucha ilusión… pero también te da un poquito de miedo.
Y ten claro que esos miedos seguirán creciendo según se acerque el momento de dar el salto. Incluso una vez que ya tengas tu negocio en marcha, no te creas que van a desaparecer así como así.
Entre los enemigos comunes del emprendedor tenemos:
¿Cómo vencerlos e impedir que acaben echando por tierra tu motivación?
Hay muchos consejos que podríamos darte (y que seguro que ya has oído mil veces). Pero el único remedio infalible para esos miedos es: hazlo.
Porque solo cuando veas que tu idea funciona, que eres capaz de captar clientes y que esos clientes acaban satisfechos, es cuando tus miedos se empiezan a disolver.
Así que una vez tengas tu plan diseñado (con los consejos que te daremos ahora)… simplemente hazlo. 😉
👉 2. Tu idea inicial = lo que se te da bien + lo que el mundo necesita
Siempre decimos que para emprender no hace falta reinventar la rueda. Solo encontrar una idea que resuelva una necesidad del mercado.
Y que te haga vibrar por dentro, claro.
Hay varios métodos que pueden ayudarte a encontrarla, pero uno de los más utilizados es el Ikigai.
“Ikigai” es una palabra japonesa que no tiene traducción literal pero que vendría a ser algo como “tener un propósito de vida”. Lo que dice es que a la hora de valorar una idea debes hacerte cuatro preguntas:
- ¿Te apasiona?: porque esto va de ser feliz. De hacer algo que te llene y que esté acorde a tus valores. Si piensas emprender en un sector superrentable pero que te resulta un tostón, ten por seguro que tu motivación se derrumbará al primer obstáculo.
- ¿Lo dominas?: ya sea porque es una afición o una habilidad que tienes, o porque es algo en lo que puedes formarte.
- ¿El mundo lo necesita?: traducido al idioma de los negocios, si existe un público potencial amplio (o al menos si tienes indicios de que exista, porque eso solo lo sabremos seguro cuando validemos la idea).
- ¿Están dispuestos a pagarte por ello?: en concreto, a pagarte lo suficiente como para que te permita vivir. 😉
Por ponerte un ejemplo: imagina que un tiempo atrás tuviste problemas serios con tu pareja, pero gracias a practicar meditación juntos conseguisteis arreglarlo. A partir de esa experiencia, decides crear un curso online donde ayudas a otras parejas a resolver sus conflictos con la meditación conjunta.
Así conviertes ese conocimiento que posees en algo que puede ser útil para otras personas.
👉 3. Escoge tu modelo de negocio
Una cosa es tener una idea, y otra muy distinta saber cómo rentabilizarla.
Por ejemplo, supongamos que te encanta la artesanía y tallar figuras de madera. ¿Cómo podrías transformar esa habilidad en un negocio?
- ¿Montando una tienda de artesanía?
- ¿Vendiendo tus servicios como tallista?
- ¿Creando un infoproducto para enseñar a otros a tallar la madera?
Estos son solo algunos de los modelos de negocio más comunes, pero no los únicos.
👉 4. Especialízate cuanto antes
Tener una especialización te permite diferenciarte en el mercado y aumentar tus tarifas.
Por ejemplo, si ofreces servicios como asesor financiero, puedes especializarte en la asesoría para emprendedores y marcas personales.
Así podrías cobrar más que un asesor generalista, porque conoces más a fondo las necesidades de tu público (y por lo tanto el servicio que les ofrecerás será mucho mejor).
Y hablando de entender a tu público…
👉 5. Métete en la piel de tu cliente ideal
Lo de “Mis clientes son todo el mundo” no funciona. Tu negocio tiene un público específico, y cuanto más te especializas más concretas son sus características.
Y tampoco basta con saber por encima su edad media y cuánto ganan al mes. 😉
Los datos demográficos son muy importantes, pero si de verdad quieres ganarte la confianza de tu cliente ideal necesitas ir un paso más allá. Debes conocer:
- Su principal necesidad: siguiendo con el ejemplo del asesor financiero, tus clientes podrían ser emprendedores con un pequeño equipo que necesitan a alguien para ayudarlos a gestionar sus cuentas y recortar gastos.
- El obstáculo que les impide resolverla: no tienen ni idea de gestión empresarial ni tiempo para aprender. Además, necesitan un asesor que entienda cómo funciona el mundo online.
- Qué les ofreces tú (que otros no): como asesor especializado en emprendedores sabes lo rápido que cambian los negocios online y conoces las mejores estrategias para optimizar gastos sin dejar de crecer.
No te preocupes si ahora no estás seguro de alguno de estos puntos sobre tu público. A medida que vayas tratando con clientes reales irás completando este perfil.
👉 6. La verdadera clave del éxito: valida tu idea
Ante todo piensa que los negocios son como una piscina. Por mucho que intentes “adivinar” la temperatura del agua (a base de analizar el mercado), hasta que no metas el pie en ella no vas a saber si está fría o caliente.
O dicho de otra manera:
La manera más rápida (y fiable) de comprobar si tu idea funciona es validarla con clientes reales.
Por ejemplo, si vas a ofrecer un servicio, prevéndelo. Es decir, se lo ofreces a unos pocos clientes a un coste reducido. Si te compran, es que funciona.
¿Que no? Vuelta a la mesa de diseño, pero ahora con una idea más clara de qué cambiar para que tu negocio funcione.
Recuerda: equivocarse es aprender y mejorar.
👉 7. Diseña tu web (y conviértela en un imán de clientes)
Una vez tienes una idea validada el trabajo solo acaba de empezar.
Si quieres vender online y no depender siempre del boca a boca, lo siguiente que debes hacer es crearte una web.
Una optimizada para el SEO, que te permita posicionarte en Google y atraer potenciales clientes. Además, en esa web también puedes publicar contenidos que atraigan más visitas y te ayuden a reforzar tu marca personal.
Y a partir de esa web desarrollas tu embudo de ventas.
¿No sabes a lo que nos referimos?
Un embudo de ventas es el sistema con el que atraes visitas hasta tu web, las conviertes en leads o clientes potenciales y los preparas para la venta. Así, por ejemplo, puedes tener reuniones de venta solo con personas que ya te conocen y tienen más o menos claro que tu servicio les interesa.
¿Y eso cómo se hace?
En este post te explicamos más a fondo los elementos mínimos que componen un embudo de ventas, además de otras maneras de conseguir clientes cuando acabas de empezar. 😉
👉 8. Escala tu negocio con una escalera de valor
Vamos un poquito más adelante en el camino.
Ya tienes un negocio montado, te están llegando clientes, tu nombre empieza a oírse dentro de tu sector.
Pero lo que te interesa es saber que, pase lo que pase, todos los meses vas a generar ingresos suficientes para vivir bien (y tranquilo).
Y ahí entra la escalera de valor.
La escalera de valor es una forma de diversificar tus fuentes de ingresos para atraer a clientes en distintas fases del embudo (más o menos preparados para la venta).
Por ejemplo, esta podría ser la escalera de valor básica de un Optimizer Manager:
- Un ebook gratuito para captar suscriptores (lead magnet).
- Una pequeña master class de pago con un precio reducido.
- Un servicio de consultoría donde analiza la estrategia online de sus clientes y les da orientaciones para mejorarla.
- Su servicio principal (diseña la estrategia de captación completa para un cliente).
- Servicio recurrente (implementa y optimiza esa estrategia mes a mes para hacerla más rentable).
Al tener una escalera de valor, una persona que no te conoce tiene la posibilidad de empezar comprando tu servicio más económico. Y si le gusta cómo trabajas, irá ascendiendo por ella hasta contratar tu servicio principal.
✅ ¿Quieres aprender a posicionarte en Google, atraer clientes y conseguir ingresos estables?
Lo sabemos, ahora mismo que todavía ni siquiera has lanzado tu negocio, todo esto te resulta una quimera.
Pero es posible.
No solo eso, sino que la única receta infalible para emprender con éxito es saber cómo posicionarte en tu sector y generar ingresos estables.
De todos estos temas vamos a hablar en el entrenamiento gratuito que estamos preparando: la Semana #GánateLaVidaConGoogle.
Un entrenamiento donde te hablaremos de todas las oportunidades que ofrece actualmente el mundo online y de cómo aprovecharlas (y entre otras cosas, te contaremos cómo puedes conseguir clientes que estén dispuestos a pagar tu servicio de ticket alto).
¿Quieres saber más?
>> En esta página tienes toda la información y el enlace para inscribirte al entrenamiento.
Empezamos el día 22, pero en el grupo de Facebook del entrenamiento ya estamos compartiendo contenidos muy útiles para cualquier futuro emprendedor.
Si no quieres perderte nada, apúntate ya. 😉