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Es el boom de lo online.
Seguro que ya lo has notado: llevamos una buena temporada oyendo hablar de transformación digital, de reinventarse en Internet, etc.
Y claro, a ti también te ha acabado picando el gusanillo, porque la idea de emprender rápido y con poco presupuesto suena bastante bien. 😉
El problema viene cuando se trata de escoger un modelo de negocio online rentable de verdad.
Eso ya son palabras mayores.
Pero no te preocupes, porque hemos escrito este post para echarte una mano. Aquí te contamos:
Coge algo para apuntar, que empezamos.
Índice de contenidos del artículo:
Más abajo hemos preparado una lista con algunos de los modelos de negocio que se consideran más rentables.
Pero ojo con esto.
Una cosa es que haya un modelo concreto con el que sea más fácil emprender online… y otra cosa muy distinta es que a ti te vaya a funcionar.
O dicho de otra forma, hay otros criterios que tienes que tener en cuenta aparte de la rentabilidad.
Por ejemplo, que:
Aclarado esto, vamos a ver esas ideas.
Nota: sobre estos conceptos hemos hablado más a fondo en otros posts anteriores:
Vamos a darle alas a ese espíritu emprendedor. 😉
Imagina que te apasiona viajar y llevas tiempo publicando un blog con tus experiencias y consejos para viajeros.
Para organizar tus viajes, muchas veces recurres a una agencia de confianza que te ayuda a gestionar el alojamiento y demás. Da igual si vas a Vietnam, a Bolivia o a Madagascar.
Entonces un día esa agencia te propone que publiques un post en tu blog para recomendar sus servicios entre tus seguidores, y que añadas un enlace a su web. Por cada cliente que les lleves te pagarán una comisión.
Eso es básicamente el marketing de afiliación.
Claro que a la hora de crear un negocio con este modelo no sueles trabajar con un único proveedor, sino que promocionas a varios a la vez.
Es un modelo muy potente, pero tiene dos “pegas”:
Este modelo tiene mucho que ver con el siguiente de la lista.
El ejemplo que te poníamos antes es muy común.
Muchos dueños de blogs empiezan publicando contenidos sin un propósito concreto. Y cuando se dan cuenta de que han generado una audiencia amplia y muy fiel, se deciden a monetizarlo.
Hablamos de un blog, pero puedes hacer lo mismo con un podcast o con un canal de YouTube.
Para monetizar tu blog puedes:
El problema aquí sigue siendo que crear una audiencia en torno a tu marca personal lleva tiempo, así que no es la mejor opción si quieres conseguir ingresos rápido.
Los e-commerce son otro modelo que se ha extendido mucho en los últimos años.
A la hora de crear tu propia tienda online tienes dos modalidades:
Vemos los pros y contras de cada una.
El modelo más clásico.
Con este tipo de e-commerce tú te encargas de todo: atraer clientes, gestionar el stock, los envíos, el servicio de postventa, etc.
Su principal ventaja es que tienes más control sobre todo el proceso de venta, desde que recibes el pedido hasta que le llega al cliente final. Además, los márgenes de venta con este modelo son mayores.
¿Las desventajas?
Que te requiere mucho más tiempo gestionar la tienda, la inversión inicial es más alta, corres el riesgo de quedarte con stock parado…
Ahora veamos la segunda opción.
En este caso actúas como un intermediario entre el cliente y el proveedor.
Tú te encargas de crear la web y conseguir pedidos, pero en ningún momento trabajas con stock propio. Es el proveedor el que se encarga de los pedidos.
Lo bueno de esto es que la inversión inicial es mínima, y por lo tanto el riesgo también se reduce. Eso en parte compensa el hecho de que los beneficios por venta sean menores (porque al final eres un intermediario entre el cliente y la marca).
Eso sí, la atención al cliente sí es tu responsabilidad. Y eso significa que tendrás que comerte más de una y de dos broncas por errores ajenos a ti (envíos que se retrasan, productos que llegan rotos…).
Eso por no hablar de que, como las barreras para entrar en un negocio de dropshipping son muy pocas, la competencia que puedes encontrar en casi cualquier nicho es enorme.
Además, si trabajas con los mismos proveedores que otras tiendas lo vas a tener más difícil para diferenciarte.
Para los que les gusta enseñar. 😉
¿Eres experto en un tema y crees que serías capaz de enseñar a otros? Entonces tienes la opción de crear tu propio infoproducto.
Puede ser en forma de:
El formato es lo de menos, la idea básica es convertir ese conocimiento en un producto formativo.
Hay muchos emprendedores que utilizan esta fórmula para conseguir ingresos pasivos, pero si tienes un infoproducto muy bueno (con mucho contenido de calidad, tutorización, etc.) o varios más pequeños vendiéndose a la vez, podrías convertirlo en tu negocio principal.
Si quieres saber más échale un ojo a esta guía que escribimos sobre cómo vender infoproductos.
Si tienes una habilidad que resuelve una necesidad de otras personas (o empresas), y están dispuestas a pagarte por ello, ahí tienes un negocio. 😉
Y si se trata de un área que no dominas pero te resulta atractiva (por ejemplo, si quieres ser diseñador gráfico aunque ahora mismo solo tengas nociones básicas), siempre tienes la opción de formarte.
El único inconveniente de este modelo es que es más difícil de escalar, porque lo que estás vendiendo es tu tiempo.
Así que si con tu negocio atiendes a cinco clientes al mes, pero quieres doblar esa cantidad y empezar a trabajar con diez, solo tienes dos opciones: o trabajas el doble de horas (o el doble de rápido) o contratas personal.
Otra opción es aumentar sus tarifas y/o diversificar tus fuentes de ingresos (creando un infoproducto, por ejemplo).
En este post podríamos haberte presentado mil ideas de negocio… pero seguro que aun así te seguirías haciendo la misma pregunta:
“De todos estos, ¿cuál es más conveniente para emprender?”.
Por eso hemos querido cerrar el post aconsejándote desde nuestra experiencia personal, para que tengas una mínima guía.
La verdad es que nosotros somos unos firmes defensores de la venta de servicios.
Y no solo porque es el modelo que mejor conocemos (aparte de la escuela, llevamos más de 12 años al frente de nuestra propia agencia de marketing digital). Es que además estamos convencidos de que es una de las mejores opciones cuando estás empezando, porque:
Pero ojo, que todavía nos queda la guinda del pastel: ¿exactamente cuál puede ser un buen servicio para vender?
Nuestra recomendación es el Optimizer Manager.
Y dirás: “Claro, si es la profesión que vosotros enseñáis, ¿cómo no la vais a recomendar?”.
Pues sí, es verdad que estamos barriendo un poco para casa. Pero antes de nada fíjate en todas las ventajas que tiene:
Si quieres saber más sobre la figura del Optimizer Manager y sobre cómo convertirte en uno, aquí tienes toda la información.
Y en esa misma página también puedes inscribirte a la lista de espera para que te avisemos cuando lancemos la próxima edición del máster de Optimizer Manager.
¿Nos vemos dentro? 😉
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¿Quieres reinventarte ayudando al bienestar?
Sí, quiero reinventarme
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