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Ya lo tienes todo listo.
Una habitación de tu casa convertida en despacho. Un escritorio con el ordenador, la agenda y hasta el posavasos para el café mañanero.
Todo lo que necesitas para ser un auténtico freelance.
Pero ahora viene lo complicado: empezar a captar clientes y conseguir que tu negocio salga a flote.
Y puede que eso te esté dando algún que otro quebradero de cabeza.
No te preocupes, porque vamos a echarte una mano.
En este post te vamos a explicar todos los retos a los que se enfrenta un freelance que trabaja por Internet y te daremos varios consejos para hacerles frente.
¿Preparado? 😉
Índice de contenidos del artículo:
Antes de seguir vamos a hacer un inciso.
Si has llegado hasta aquí buscando en Google algo como “trabajar como freelance por Internet”, seguramente lo que querías era encontrar portales online para buscar proyectos.
Portales como Freelancer, Twago, Fiverr… y así unos cuantos más.
Eso no lo vas a ver aquí.
Y no es que tengamos nada en contra de ellos.
Pero los portales de trabajo online para freelances no nos parecen la opción más adecuada para montar un negocio estable.
Hay varios motivos:
Por eso nosotros te recomendamos evitar siempre que puedas estos portales y que te centres en crear una cartera de clientes estable desde el principio.
Y te damos varias razones.
Sabemos que ahora mismo lo que estás deseando es conseguir trabajo, y estas plataformas te pueden parecer la mejor manera si no tienes experiencia.
Pero captar clientes por tu cuenta siempre será una opción mucho más estable y segura.
Y eso es porque:
Conseguir todo esto no es fácil, pero sí la mejor manera para lograr que tu negocio crezca y te dé rentabilidad.
Eso sí, por el camino vas a tener que derribar algunos muros. 😉
No solo se trata de encontrar clientes.
Dirigir tu propio negocio y además hacerlo desde casa también conlleva una serie de dificultades.
Estos serán algunos de tus principales retos como freelance.
Es probable que a estas alturas ya tengas en mente una idea de negocio para trabajar por Internet.
Pero ¿tienes claro que es una buena idea?
Es decir, que se trata de un negocio rentable y que te permitirá vivir de ello en el medio plazo.
Para eso debe cumplir los siguientes puntos:
Como ejemplo de un perfil que cumple estos requisitos nosotros siempre mencionamos el Optimizer Manager.
Y eso es porque sus servicios están muy solicitados, la competencia aún es baja y te puedes especializar en prácticamente cualquier sector (entre otras de sus muchas ventajas).
Una vez que tienes una buena idea de negocio entre manos, toca captar tu cliente nº 1.
Y lo decimos así, en singular, porque es mucho más difícil pasar de 0 clientes a 1 que conseguir el segundo. 😉
Porque un primer cliente significa:
Sabemos que este paso es complicado, así que si necesitas ayuda tienes este post con consejos para conseguir clientes cuando estás empezando.
Los inicios como freelance suelen ser bastante inestables.
Habrá meses donde te veas desbordado de trabajo y otros en los que apenas ganes lo suficiente para costear tus gastos (o ni eso).
Pero hay dos estrategias que te aportarán más estabilidad:
Estos extras los podrás ir implementando con el tiempo. Al principio céntrate en captar clientes y en conocer bien las necesidades de tu público objetivo.
Tener una marca personal significa crearte una reputación dentro de tu sector, de forma que tanto otros profesionales como tus potenciales clientes sepan quién eres y a qué te dedicas.
Por ejemplo, no es lo mismo ser un experto en marketing digital cualquiera que ser José Pérez, el Optimizer Manager especialista en campañas de Google Ads para entrenadores personales.
Y eso es fundamental.
Porque con una marca personal sólida como freelance puedes conseguir clientes más estables y subir tus tarifas.
En definitiva, hace que dejes de ser “uno de tantos profesionales”.
Para conseguirlo hay una serie de claves:
Si quieres prescindir de los portales de empleo, lo mejor es que empieces a construir tu marca personal cuanto antes.
Uno de los principales retos como freelance es acostumbrarte a trabajar sin red.
Lo que significa que cuando cometes un error (un proyecto que no sale como esperabas o un cliente descontento) no tienes a nadie que te cubra ni te oriente.
Y en esos momentos es cuando vuelven tus miedos como emprendedor y tu Síndrome del Impostor.
En estos casos debes recordar siempre que equivocarte no es algo malo en sí mismo, sino una forma de seguir aprendiendo y mejorando.
Así que nada de tenerle miedo a los fallos. 😉
Cerramos con un problema clásico de trabajar por Internet como freelance.
Cuando tu oficina la tienes en casa, la línea entre lo personal y lo profesional se vuelve muy difusa. Al final acabas echando más horas de la cuenta y nunca llegas a desconectar por completo.
Para evitarlo, aquí tienes algunos consejos que deberías poner en práctica:
Recuerda que la idea de convertirte en freelance es disponer de tu tiempo libremente. No dejes que el trabajo lo acabe ocupando todo.
Para conseguir tus propios clientes por Internet necesitas una web. Y una que además se posicione en Google y atraiga visitas.
En eso podemos echarte una mano.
¿Cómo? Con nuestro workshop 100% gratuito sobre SEO, en el que te explicamos cómo funciona el algoritmo de Google.
Si quieres conseguir un negocio rentable y hacerlo crecer, lo que te explicamos aquí te vendrá de perlas. Así que haz clic en el enlace y apúntate gratis. 😉
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