Si tuvieras que resumir en tres palabras la razón por la que aún no te has decidido a emprender, seguramente serían estas:
Miedo al fracaso.
Y ese miedo es el que te lleva a hacerte preguntas como:
“¿Y si mi idea no es tan buena como pensaba?”.
“Si tengo que cerrar, ¿cómo se lo digo a mi familia, mis amigos y a la gente que confía en mí?”.
“¿Qué pasa si pierdo todo lo que he invertido y luego no sé cómo recuperarlo?”.
Podríamos seguir, pero seguro que ya te haces una idea.
Tener todas estas dudas es normal. De hecho, las conocemos bien porque nosotros (como cualquier otro emprendedor), también las tuvimos hace más de 12 años cuando decidimos arrancar con nuestra actual agencia.
¿Y cómo las vencimos?
Sentimos decirte que no hay una fórmula mágica, si es eso lo que vienes buscando.
Lo que sí podemos ofrecerte son una serie de consejos que te permitirán eliminar todas esas dudas, mantener a raya el miedo y lanzarte a emprender con más seguridad.
✅ 5 consejos para emprender sin miedo y montar un negocio estable
Como te decíamos, el miedo al fracaso es algo común en cualquier persona que está pensando en emprender. Y para cada uno, el origen es diferente: hay quienes no tiene clara su idea, otros temen cometer errores, no ser capaces de conseguir clientes, etc.
Pero, por nuestra experiencia, solo hay una manera de combatir ese miedo.
Empezando con un proyecto sólido, bien definido y con un plan para hacer crecer tu negocio desde el primer día.
Porque no es lo mismo emprender a ciegas que saber en todo momento adónde quieres llegar y qué camino debes seguir.
¿Cómo se consigue eso?
Estas son las pautas que a nosotros (y a los emprendedores y futuros emprendedores de nuestra escuela) nos han funcionado mejor.
👉 1. Una idea viable es el punto de partida
Lo primero que debes tener claro al montar tu empresa es que la idea que has escogido para emprender es buena.
Pero, ojo. Eso no significa que revoluciones el mercado con un negocio innovador. Ni tampoco tiene que ser algo que te vaya a hacer rico de la noche a la mañana.
Si estás pensando en eso, olvídalo.
En realidad, cuando decimos que una idea de negocio es buena (o “viable”) significa que cumple estos requisitos:
Tiene suficiente demanda: ¿tu idea responde a una necesidad real del mercado? Es decir, ¿vas a encontrar suficientes personas con interés en contratar tus servicios? Si no, difícilmente podrás crear un negocio en torno a ella.
Competencia: analiza bien la competencia. Es bueno que haya otros profesionales ofreciendo productos y servicios parecidos a los que tú quieres dar, porque eso significa que el mercado tiene movimiento. Pero analiza también su propuesta de valor y piensa en cómo podrías diferenciarte, cómo podrías ofrecer más valor que ellos.
Disfrutas con ella: incluso el negocio más rentable del mundo estará condenado al fracaso si no se trata de algo con lo que disfrutes. Recuerda que emprender implica dedicarle muchas horas al día a tu negocio, y para soportar esa carga de trabajo hace falta una pizca de ilusión y de ganas. Conseguir dinero es el objetivo, pero nunca la motivación principal.
Saber que tu idea de negocio cumple con estos tres puntos te va a dar mucha seguridad a la hora de emprender. Pero todavía hay que afinar un poco más. 😉
👉 2. Ten claro qué volumen de ingresos necesitas (y cómo vas a conseguirlos)
Ahora que sabes a qué vas a dedicarte, es el momento de convertir la idea general en un proyecto concreto y bien definido, como te decíamos más arriba.
Y eso supone definir los siguientes puntos antes de emprender:
Cuántos ingresos necesitarás conseguir cada mes para tener un «sueldo».
Cuántos clientes te harán falta (de media) para alcanzar esa meta.
Qué sistema vas a emplear para conseguirlos.
Luego, tienes que descomponer este plan en objetivos más pequeños.
Te lo explicamos con un ejemplo.
Supongamos que eres un diseñador web. Tras hacer tus cálculos decides que para afrontar tus gastos mensuales y tener margen para seguir creciendo, necesitas conseguir al menos un par de proyectos cada mes.
Por eso, durante los primeros meses vas a crear campañas de publicidad online con un presupuesto de 200 €.
Además, con la idea de posicionarte en Google y no depender siempre de la publicidad, vas a subir un post a la semana en tu blog. Tu objetivo en este caso es que, en el plazo de un año, todos tus clientes lleguen por el canal orgánico.
Con esto, ya cuentas con unos indicadores básicos para comprobar si tu negocio está marchando como debe. 😉
👉 3. Antes de empezar, búscate un colchón
Tener unos objetivos claros para tu negocio y un camino para alcanzarlos te dará cierta seguridad a la hora de emprender. Pero ten en cuenta lo siguiente:
Incluso el plan mejor trazado del mundo se puede venir abajo en cualquier momento.
Porque en todos los negocios surgen imprevistos:
Un cliente que se retrasa en los pagos.
Un proyecto que parecía seguro se cancela en el último momento.
Gastos con los que no contabas y que te obligan a rehacer tus cuentas.
Por eso es tan importante que cuentes con un buen colchón al arrancar con tu negocio.
Uno económico, no un sitio donde dormir. 😉
Así, sabiendo que tienes un fondo de seguridad que te cubrirá cuando no logres cumplir tus objetivos de facturación mensual, el miedo a emprender será mucho menor.
¿Y como de “grueso” debería ser este colchón?
Para que te hagas una idea, al menos debería ser suficiente para afrontar todos los gastos de tu negocio durante tres meses seguidos (por si las cosas fueran muy, muy mal).
👉 4. Establece tu día a día de trabajo
En tu plan de negocio habías descompuesto tus objetivos de negocio en tareas más pequeñas (mensuales o semanales).
Pero con eso no es suficiente. Porque, a la hora de la verdad, el día a día te acaba superando.
Entre terminar los proyectos de tus clientes, asistir a reuniones, responder emails y otras mil pequeñas tareas, el tiempo que dedicas a tu negocio (gestionar las campañas de publicidad, escribir los posts…) se reduce cada vez más.
Y eso te lleva a agobiarte porque no estás cumpliendo con los objetivos que te habías marcado. Y el miedo, ese que pensabas que tenías controlado, vuelve a surgir.
Por eso es tan importante que lleves una planificación de todo lo que tienes que hacer cada día.
Por ejemplo:
Establece tus tareas con antelación: al final de cada jornada, decide las tareas a las que te vas a dedicar el siguiente día. De esta manera evitarás caer en la improvisación y perder tus objetivos de vista.
Asígnale a cada tarea un espacio de tiempo concreto: las típicas listas de “Pendiente de hacer” no son lo más efectivo. En lugar de eso, decide cuántas horas vas a dedicar a cada tarea en función de su importancia. Incluye en esta planificación un espacio para el email y las redes sociales para no estar revisándolos a cada rato.
Decide qué es urgente y qué no: si aceptas que los clientes te vengan con trabajos que necesitan “para ayer”, terminarán acaparando todo tu tiempo.
Una práctica muy recomendable es dedicar al menos un día a la semana (o, como mínimo, una mañana o una tarde) exclusivamente a las tareas de tu negocio.
👉 5. Sigue formándote
Para nosotros, una de las cosas más importantes a la hora de emprender es seguir formándose. Por ejemplo, con libros sobre emprendimiento y gestión de empresas (en este otro post tienes unas cuantas ideas).
De esta manera evitarás cometer errores típicos y conseguirás que tu negocio crezca mucho más rápido.
✅ ¿Todavía no tienes clara tu idea de negocio?
De todos los puntos de esta lista, seguro que los que te parecen más difíciles de realizar son los dos primeros.
Es decir:
Saber si tu idea de negocio es viable de verdad (o encontrar una que lo sea).
Diseñar un sistema para captar clientes de manera estable.
Lo sabemos porque muchos de los emprendedores que se están formando en nuestra escuela como Optimizer Managers nos dicen lo mismo.
Pero tenemos una buena noticia para ti:
La profesión de Optimizer Manager es perfecta para emprender con seguridad.
Experto en SEO (Posicionamiento Web). Apasionado del Marketing Online. Especialista en Diseño Web optimizado para posicionar en Google de forma honesta, con el objetivo claro de conseguir los mejores clientes para las PyMEs, sin arriesgar en ningún momento su futuro en internet.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Cookies de terceros
Esta web utiliza cookies de analítica web, como Google Analytics para recopilar información anónima tal como el número de visitantes del sitio, o las páginas más populares.
Dejar esta cookie activa nos permite mejorar nuestra web.
¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!