Validar una idea de negocio significa comprobar que la empresa que pretendes crear es viable.
Asegurarte de que la piscina tiene agua antes de saltar.
Y se trata de un paso fundamental para cualquier emprendedor que se plantea lanzar un nuevo negocio… pero que una gran parte se saltan.
De ahí que muchos se pasen meses y meses dándole vueltas a su idea, perfeccionándola, incluso invirtiendo su dinero, para al final descubrir que ese negocio, tal y como estaba planteado, no tenía futuro.
El camino correcto es justo el contrario.
Lanzar tu idea sin invertir mucho tiempo ni dinero en ella, obtener feedback de tus clientes para saber si es viable y, solo entonces, ponerla en marcha.
¿Quieres saber cómo hacerlo?
Pues sigue leyendo, que te lo explicamos.
Índice de contenidos del artículo:
✅ Las 3 preguntas que debes hacerte antes de validar tu idea de negocio (para saber si vale la pena)
Te adelantamos que solo hay una manera de saber si una idea es buena o no: lanzarla al mercado y comprobar si el público está dispuesto a comprarte.
Pero en realidad ese es el último paso del proceso de validación.
Antes de nada debes hacerte la siguiente pregunta:
“¿Vale la pena intentar crear un negocio a partir de esta idea?”.
Para explicarte esto, vamos a hablarte de Roberto.
Roberto trabaja como editor por cuenta ajena, pero lleva mucho tiempo sintiendo el gusanillo de emprender.
En concreto, lo que le gustaría es ayudar a escritores a conseguir que las editoriales se fijen en ellos y les publiquen sus libros.
Pero, ¿eso tiene futuro como posible negocio?
Vamos a verlo.
👉 1. ¿Cuál puede ser el modelo de negocio?
O dicho de otra manera: ¿cómo vas a conseguir que esa idea te dé dinero?
En este sentido, Roberto baraja dos opciones:
Tras analizar un poco su competencia, se da cuenta de que ya hay muchos cursos para escritores en esa misma línea, así que diferenciarse y sobresalir en ese mercado sería bastante complicado.
Por el contrario los “mentores para escritores”, aunque existen, son muchos menos. Así que opta por esta segunda opción.
Además, este servicio de mentoría tiene una ventaja añadida.
Al tratarse de un servicio que se extenderá a lo largo del tiempo (desde que empieza a trabajar con un escritor hasta que le publican la novela pueden pasar varios meses), eso le permitirá generar ingresos recurrentes desde el principio.
Y eso hace que la idea de la mentoría le parezca un modelo de negocio mucho más interesante, porque podría tener una facturación estable muy rápido.
👉 2. ¿Cómo está el mercado? ¿Hay otros profesionales haciendo lo mismo?
Roberto ha visto que ya hay otras personas ofreciendo el mismo servicio que él tiene en mente.
Eso es buena señal, porque indica que el público demanda ese servicio.
Ahora la pregunta es: ¿cómo va a diferenciarse?
Tras estudiar a sus competidores más a fondo, ve que la mayoría se centra en autores de no ficción. Así que, para destacar, él decide dirigirse a novelistas.
👉 3. ¿Quién podría estar interesado en contratarte?
Para que un negocio tenga éxito, debe resolver una necesidad concreta de un público determinado.
Y cuanto mejor conozcas a ese público y sus necesidades, más fácil te será comunicarte con tus clientes, ganarte su confianza y lograr que te contraten.
Para eso lo ideal es crear un perfil de buyer persona o cliente ideal.
En el caso de Roberto, este perfil podría ser el siguiente:
- Perfil demográfico: las mentorías tienen un precio elevado (y además sostenido en el tiempo), así que Roberto decide dirigirse a escritores de entre 30 y 50 años con un trabajo estable y unos ingresos altos.
- Su objetivo: tienen uno o varios libros de ficción escritos, guardados en un cajón, y están deseando publicarlos.
- Cuál es su problema: han participado en concursos literarios y enviado manuscritos a editoriales, pero nunca ganan ni reciben respuesta. Son incapaces de entender qué falla en sus novelas.
- Cómo les vas a ayudar (y por qué tu solución es diferente del resto): Roberto está especializado en novelistas, y además ofrece un servicio muy personalizado.
Para extraer toda esta información, se basa en su propia experiencia como editor y en la información que encuentra investigando en foros y grupos de redes sociales de escritores.
Sin embargo, en muchos casos Roberto es consciente de que está trabajando con hipótesis, y que esta ficha de cliente ideal puede variar o ampliarse con el tiempo.
Precisamente por eso necesita validar su idea. 😉
✅ Crea tu producto mínimo viable: el corazón del proceso de validación
Llegado a este punto, Roberto tiene entre manos un posible negocio que:
- Puede generarle ingresos altos (y además, recurrentes).
- Tiene competidores, pero no demasiados.
- Resuelve una necesidad real de su público, por lo que es probable que estén dispuestos a contratarle.
Lo siguiente es lanzar esa idea cuanto antes para comprobar si el público tiene interés en ella.
Y para eso tenemos el producto mínimo viable o MVP.
Una versión beta de tu producto o servicio. Algo que no te lleva demasiado tiempo desarrollar, pero que puedes vender para comprobar si la idea central es válida.
El aspecto concreto de ese producto mínimo viable variará mucho según si es:
- Un servicio: en este caso puedes crear una landing page explicando en qué consiste tu servicio y poniendo un formulario a una lista de espera para pedir más información.
- Curso online: en lugar de crear todo el contenido del curso de golpe, haces solo una pequeña muestra (los primeros capítulos, por ejemplo) y lo prevendes.
Como Roberto va a ofrecer un servicio, opta por la primera opción.
Si ve que hay suficientes personas interesadas en su membresía, más adelante invertirá en diseñar una web profesional (una que esté optimizada para el SEO) y en herramientas de pago.
Hecho esto, llega el momento de la prueba de fuego: la preventa.
✅ Lanza tu idea al mercado y ponla a prueba (haz una preventa)
Prevender significa ofrecerle a tu público ese producto mínimo viable que has creado (normalmente a un precio reducido).
Al realizar esta preventa pueden ocurrir dos cosas:
- Descubres que la idea de negocio funciona: si tienes suficientes interesados, pones en marcha el negocio y empiezas a captar clientes.
- Descubres que no funciona: en ese caso habrás recibido feedback de clientes reales. Feedback que te servirá para entender qué falla en tu idea y cómo puedes mejorarla. Y todo eso sin haber invertido (ni perdido) prácticamente tiempo o dinero.
En el caso de Roberto, realizar esta preventa significa llevar tráfico hacia la landing page que ha creado y comprobar cuántas personas le piden más información.
Hay dos opciones para hacerlo:
👉 1. [Si tienes una lista de suscriptores] Ellos son tus primeros clientes
Supongamos que Roberto tuviera desde hace tiempo un blog personal. Uno en el que ofrece consejos para escritores noveles, gracias al cual se ha formado una lista de suscriptores.
En ese caso, lo lógico sería empezar por ellos.
Son personas que lo conocen, que confían en él y que, además, es muy probable que tengan el perfil de su cliente ideal (escritores que quieren publicar una novela pero no saben cómo).
Para prevenderles su idea, lo que podría hacer Roberto es enviarles una secuencia de emails anunciando que va a lanzar esa mentoría.
En esa secuencia de emails:
- Explica qué consiste exactamente ese servicio y a quién está dirigida.
- Destaca los beneficios de la mentoría.
- Avisa de que, al ser la primera vez que la lanza, va a trabajar con un grupo reducido (y por un precio especial de lanzamiento).
- Resuelve posibles dudas que pueda tener su público.
Y al final de la secuencia (tanto si ha tenido suficientes compradores como si no), envía un email a los suscriptores que no han comprado para preguntarles por qué, y así recibir más feedback.
👉 2. [Si no tienes una lista] Haz una preventa por otras vías
Ahora nos vamos al caso contrario: Roberto empieza totalmente de cero, sin suscriptores y sin conocer a nadie que pueda tener interés en su mentoría.
En ese caso podría poner varias estrategias en marcha:
- Preventa a puerta fría: Roberto busca en grupos de redes sociales y foros a escritores noveles que estén intentando publicar y les envía un mensaje explicándole en qué consiste su servicio (nota: si tus clientes potenciales son empresas, también puedes enviarles un email o hacer llamadas a puerta fría).
- Afiliación: para “ampliar su red”, Roberto se pone en contacto con dueños de blogs y webs dirigidas a escritores, para proponerles que se conviertan en sus afiliados. Así, ellos recomiendan la mentoría de Roberto entre su comunidad y, por cada cliente que le traigan, Roberto les paga una comisión.
A través de estas distintas vías Roberto va dándose a conocer entre sus potenciales compradores y comprueba si su idea de negocio tiene futuro o no.
✅ ¿Y si no tuvieras que validar tu idea de negocio?
Validar es importante si tienes una idea de negocio entre manos pero no sabes si al público le interesará.
Claro que esa no es la única opción.
También puedes decantarte por emprender con un modelo de negocio que ya esté validado.
Por ejemplo, ese es el camino que han seguido todas las personas que se han formado como Optimizer Managers con nosotros.
El Optimizer Manager es un profesional que diseña estrategias de captación online para sus clientes. Y es un perfil que, además, tiene muchas ventajas para emprender, porque:
- Trabaja con un método (el método TúPrimero®), que está testado y validado, porque es el mismo que nosotros usamos desde hace más de 13 años con nuestros propios clientes (y al ser un método paso a paso, puedes aprenderlo desde cero).
- Ofrece un servicio con alta demanda (todas las empresas quieren vender online).
- Al ser un servicio que aporta mucho valor, te permita cobrar tarifas altas.
- Además, su trabajo incluye la implementación y optimización de la estrategia, por el que cobra una cuota mensual (lo que te permite generar ingresos recurrentes desde el primer cliente).
Si quieres saber más sobre este profesional, estamos preparando la siguiente edición de la Semana #GánatelaVidaconGoogle.
Un entrenamiento gratuito donde te hablaremos del Optimizer Manager y de cómo puedes convertirte en uno.
Si aún no tienes clara tu idea de negocio, apúntate. No solo porque es gratis, sino porque te puede dar mucha claridad y ofrecerte un camino para emprender que quizá ni te habías planteado.
¡Te vemos dentro!