Escribir para SEO implica mucho más que poner las palabras clave aquí y allá en el texto.
Y si esto no lo tienes claro, luego pasa lo que pasa.
Que dedicas un montón de tiempo y esfuerzo a crear los contenidos de tu web (o peor aún, los de la web de un cliente), pero nunca se posicionan.
Pero no te preocupes que a ti eso no te va a ocurrir… si te lees bien a fondo esta guía de redacción SEO que hemos preparado. Aquí te explicamos todo lo que necesitas saber para que Google posicione bien alto los textos que escribas.
Y lo mejor es que estas mismas pautas te van a servir tanto para escribir los contenidos de un blog como para las secciones principales de una web (homepage, páginas de venta, etc.). 😉
✅ Qué es la redacción SEO y por qué te interesa dominarla
Solemos decir que las palabras clave son preguntas que los usuarios le hacen a Google.
Por ejemplo, una persona que introduce “receta de paella de marisco” en el buscador, lo que le está diciendo a Google es: “¿Cómo puedo hacer una paella de marisco y qué ingredientes necesito?”.
Entonces el algoritmo de Google busca en su base de datos todas aquellas webs cuyo contenido cree que responden a la pregunta de ese usuario.
Ahora démosle la vuelta al ejemplo.
Tú tienes una web de recetas y has publicado un post sobre cómo hacer una paella de marisco para chuparse los dedos. Entonces querrás demostrarle a Google que tu post es el que másayuda al usuario, porque así lo mostrará el primero.
Pues en eso consiste la redacción SEO.
En redactar un texto de forma que Google lo posicione por la palabra clave que queremos.
Aquí te hemos puesto el ejemplo de un post, pero en realidad esto se aplica a todas las páginas de una web, incluyendo las páginas de venta.
👉 Pero ¿cómo sabe Google si un contenido es útil para el usuario?
Buena pregunta.
Para eso el algoritmo no solo comprueba que la palabra clave “receta paella de marisco” aparezca en el texto, sino que también tiene en cuenta lo que llamamos “la experiencia de usuario”.
Es decir, si la percepción de los usuarios que entran a esa página es positiva o negativa.
Y para eso se fija en varios parámetros:
CTR: el porcentaje de clics que recibe una página cuando aparece en los resultados de búsqueda.
Tiempo de permanencia: los minutos y segundos que pasa un usuario en una misma URL. A más tiempo, mejor, porque es señal de que el contenido le resulta interesante.
N.º de páginas vistas/sesión: cuántas URL diferentes visita ese mismo usuario desde que llega a la web hasta que sale.
Porcentaje de rebote: si el usuario llega a tu web y se va sin haber navegado por ella (sin haber hecho clic en ningún enlace), mala señal. Pero si además vuelve enseguida a la página de resultados y entra en otro contenido distinto (lo que se llama “pogo sticking”), peor todavía.
Intención de búsqueda del usuario: es decir, si el contenido ofrece la información que el usuario espera encontrar.
De ahí lo que te decíamos, que no todo se trata de meter palabras clave. 😉
✅ 6 claves para redactar una página que se posicione en Google
Como ves hay mucho trabajo a la hora de redactar los textos de una web que se posicione, así que nos ponemos manos a la obra.
👉 1. Si no tienes una lista de keywords, empieza por aquí
Supongamos que el dueño de un gimnasio en Valencia te ha contratado para que le ayudes a posicionar su web en Google.
Pues lo primero será averiguar qué palabras clave le pueden traer clientes potenciales.
El proceso es el siguiente:
Apunta todos los términos relacionados con el negocio que se te ocurran. Desde «gimnasio en Valencia» hasta los nombres de las actividades que ofrecen (body pump, pilates, zumba). Incluye también las búsquedas que haría un usuario en Google para informarse (rutinas de ejercicios, cómo entrenar fuerza, cómo prevenir lesiones…).
Luego introduce esas palabras en una herramienta SEO, como el Planificador de Palabras Clave de Google, para ver su volumen búsquedas mensuales y así decidir cuáles atacar.
Ahora demos un pasito más.
👉 2. Divídelas según su intención de búsqueda
Con cada una de las palabras de esa lista haz lo siguiente.
Si los resultados son páginas de venta, se trata de una palabra clave transaccional. Sería el caso de “clases de Pilates Valencia”.
En cambio, si lo que te aparecen son artículos de blog, entonces es una informativa.
Por ejemplo, aquí Google nos está diciendo que una persona que busca “ejercicios de Pilates”, lo que quiere es aprender Pilates por su cuenta. Y más concretamente, pretende hacerlo entrenando en casa:
“Un momento, pero ¿por qué tenía que ponerme en Modo Incógnito?”.
Porque si no lo haces, Google podría modificar los resultados teniendo en cuenta tus intereses y tu historial de búsquedas (y podrían darte una idea equivocada sobre la intención de búsqueda de esa palabra clave).
👉 3. Una página = una keyword
La típica pregunta: “¿Cuántas palabras clave puedo posicionar con una misma página?”.
Y la respuesta corta es que cada página debería tener una sola keyword principal.
Por ejemplo, supongamos que estás diseñando la web de un abogado que ofrece tres servicios principales:
Divorcios express.
Acuerdos para parejas de hecho.
Acuerdos matrimoniales.
Esas son tres palabras clave muy distintas y por lo tanto deberían estar posicionadas con páginas de venta diferentes (una por cada servicio).
¿Y la respuesta larga?
La larga es que cada página debe rankear por una única keyword principal, pero también puede hacerlo por otras long tails.
Es decir, extensiones (por la derecha o por la izquierda) de la keyword principal que tienen la misma intención de búsqueda.
Por ejemplo, las long tails de “divorcios express” podrían ser “asesoramiento para divorcios express” o «divorcios express abogado».
Y lo mismo si hablamos de los posts del blog.
Cada artículo debe atacar a una sola keyword principal (y sus long tails si las hay).
👉 4. Respeta la jerarquía de los títulos y subtítulos
¿Qué significa esto?
Pues que cuando redactes un texto para SEO, las etiquetas H (H2, H3 y demás) tienen que seguir un orden lógico.
Para explicártelo con un ejemplo, esta sería la estructura del post que estás leyendo:
H2:Qué es la redacción SEO y por qué te interesa dominarla
H3: Pero ¿cómo sabe Google si un contenido es útil para el usuario?
H2: Guía paso a paso: cómo redactar una página para que se posicione en Google
H3: Si no tienes una lista de keywords, empieza por aquí
H3: Divídelas según su intención de búsqueda
H3: Una página = una keyword
Y así.
Como ves, hay una jerarquía clara. Los subtítulos más importantes son H2, y los epígrafes dentro de cada H2 son H3. A su vez, si dentro de un H3 hubiéramos querido meter otro subapartado, le habríamos puesto un H4.
Pero ¿qué pasa con el H1?
El H1 corresponde al título de la página o del post. Y esto es muy importante: en cada URL solo puede haber un H1.
Si te saltas esta jerarquía de títulos (por ejemplo, si usas un H1 para resaltar una parte del texto), el robot de Google se liará y no será capaz de entender cómo está organizada la información.
Resultado: pensará que tu texto no tiene ni pies ni cabeza y que por lo tanto no va a ser útil para el usuario. Y adiós posicionamiento.
👉 5. Déjale claro a Google de qué tema estás hablando (con las palabras clave)
Sí, hemos dicho que una de las cosas que más valora Google para posicionar una página es la experiencia de usuario.
Pero al mismo tiempo, el algoritmo también tiene que entender de qué trata su contenido. Para eso se fija sobre todo en el texto de ciertos elementos de la página.
Así que en esos elementos tiene que estar incluida la keyword principal.
Son estos:
El H1.
La URL.
El primer H2.
El title (en la meta descripción no es necesario, pero sí puede ayudar a mejorar el CTR porque la palabra clave se verá resaltada en negrita).
El atributo «alt» de las imágenes.
¿Y las long tails?
Estas las puedes meter repartidas por el contenido, pero también en algún H2 o H3.
Por lo demás no te preocupes de si la keyword principal aparece muchas o pocas veces a lo largo del texto (lo que se llama «densidad de palabra clave»). Lo importante es que la redacción quede natural y el contenido sea útil para el usuario.
Y eso tiene mucho que ver con el siguiente punto.
👉 6. Piensa siempre en la persona detrás de la pantalla
Lo que te decíamos antes: si al usuario no le gusta el contenido de la página, Google no la va a posicionar.
Por eso es muy importante que a la hora de redactar el texto tengas en cuenta esto:
Escribe de manera amena: usa frases breves y expresiones sencillas que hagan sencilla la lectura.
Usa párrafos y epígrafes cortos: de media, los párrafos no deberían tener más de cuatro líneas, y cada epígrafe un máximo de 300 palabras. Además, es importante intercalar párrafos de distinta longitud para darle ritmo a la lectura. Uno de dos líneas, otro de tres, uno de una sola línea…
Usa negritas y viñetas: para hacer el contenido «escaneable» (que el usuario sea capaz de ver de un vistazo la información importante)
Incluye imágenes: así le das aire al texto.
Importante: si eres Optimizer Manager y prefieres centrarte en el desarrollo y optimización de la estrategia online de tus clientes, puedes colaborar con un redactor SEO o un copywriter que se encarguen de escribir los contenidos.
Experto en SEO (Posicionamiento Web). Apasionado del Marketing Online. Especialista en Diseño Web optimizado para posicionar en Google de forma honesta, con el objetivo claro de conseguir los mejores clientes para las PyMEs, sin arriesgar en ningún momento su futuro en internet.
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