Imagina que en tu trabajo todos los días fuesen exactamente iguales. Siempre las mismas tareas, semana tras semana y mes tras mes.
¿Cómo llamarías a eso?
Para nosotros sería una auténtica tortura. 😉
Y es que hay pocas cosas más frustrantes que tener un trabajo monótono y sin desafíos.
Claro que tú eso lo sabes perfectamente; por eso has llegado hasta este post, buscando en Google ideas para afrontar nuevos retos profesionales y no acabar ahogándote en el aburrimiento.
Pues estás en el lugar indicado, porque aquí te las vamos a dar.
Pero empecemos por el principio…
Índice de contenidos del artículo:
✅ Por qué necesitas afrontar nuevos retos profesionales (y no es ningún capricho)
Quizá en algún momento se te hayan pasado por la cabeza pensamientos como este:
“¿Qué me pasa? ¿Por qué no soy capaz de conformarme con este trabajo?
No es el más estimulante del mundo, pero al menos me da para vivir y tengo buenas condiciones. Hay gente que daría lo que fuera por estar en mi posición.
Entonces, ¿por qué no soy feliz?”.
Si es así, ten clara una cosa.
Sentirte frustrado por tener un trabajo monótono es totalmente normal.
Las personas necesitamos afrontar nuevos retos de forma continua. Y cuando nuestro trabajo no nos los ofrece, nos frustramos.
Te explicamos por qué.
👉 1. Monotonía = desilusión
La rutina no es mala. En absoluto.
Ir al trabajo siempre a la misma hora, tener unas responsabilidades más o menos fijas… todo eso nos aporta estabilidad y tranquilidad.
El problema viene cuando esa rutina se convierte en monotonía.
Cuando tus tareas diarias se vuelven tan repetitivas que ya ni siquiera te suponen un desafío, hasta el punto de que las ejecutas “en modo automático”.
Esto puede llevarte a sentirte aburrido, apático y sin ilusión.
De hecho, los psicólogos ya han acuñado un término para este problema: el síndrome de boreout (del inglés “bore”, aburrir), que se podría considerar el lado opuesto del burnout… y es igual de peligroso para tu salud.
👉 2. El crecimiento se consigue superando obstáculos
¿Conoces ese dicho que dice: “Mares tranquilos nunca hicieron buenos marineros”?
Pues es muy cierto.
Los obstáculos nos intimidan. Incluso nos molestan. Pero también (y esto es lo más importante) nos ayudan a crecer.
Por ejemplo, en nuestro caso.
Desde que fundamos la agencia Tu Posicionamiento Web, hemos trabajado con muchísimos clientes de todos los sectores.
Y mientras que con algunos nos resultaba muy fácil encontrar palabras clave para su estrategia SEO, con otros tuvimos que sudar la gota gorda.
Pero estos últimos, aunque nos hicieron sufrir bastante, también nos enseñaron muchísimo.
Si nos hubiéramos limitado a trabajar con clientes sencillos y hubiéramos evitado los más retadores, seguramente no habríamos llegado adonde estamos hoy.
Del mismo modo, los desafíos que afrontes en tu trabajo serán los que te empujen a superarte y a crecer como profesional.
👉 3. Tu autoestima aumenta con cada desafío que vences
Seguro que alguna vez te ha pasado.
Has tenido que enfrentarte a una tarea nueva y muy compleja. Tanto que, al principio, notaste un vacío en el estómago y pensaste: “No voy a ser capaz de sacar esto adelante, es demasiado difícil.”
Pero te pusiste manos a la obra con ella, porque no te quedaba otra alternativa.
Y a medida que la afrontabas te ibas dando cuenta de que, en realidad, esa tarea no era para tanto. Porque sí, era difícil, pero no imposible.
Y cuando por fin (tras mucho esfuerzo) la completaste, te sentiste maravillosamente bien, porque fuiste capaz de superar tus propios límites.
Estos pequeños momentos de “superación personal” hacen que tu autoestima crezca.
Y así, la próxima vez que tengas que afrontar un reto similar, confiarás mucho más en ti mismo y en tus propias capacidades.
👉 4. Te llevan a encontrar nuevas oportunidades profesionales
Los desafíos son el motor de la innovación.
Muchas veces, un determinado obstáculo nos obliga a preguntarnos si hay otra manera de hacer las cosas. Si existen otras alternativas mejores.
Y eso puede llevarte a explorar caminos que nunca se te hubieran ocurrido de otra forma.
De nuevo, nuestra trayectoria profesional es un buen ejemplo.
Antes de que montásemos la agencia, tanto Fran como yo teníamos trabajos estables y bien pagados… pero había varios problemas:
- Estábamos muy limitados. No teníamos margen de maniobra para innovar y trabajar a nuestra manera.
- En general no sentíamos que nuestros superiores reconocieran nuestro trabajo.
- Con los horarios que teníamos, nos iba a ser imposible formar una familia y cuidar de nuestros hijos, que era una de nuestras metas en ese momento.
Y esa situación fue la que nos llevó a tomar la decisión de emprender juntos y montar nuestra agencia. Un camino que no solo nos ha permitido cumplir nuestro sueño de formar una familia, sino que nos hace sentir mucho más plenos y felices que nuestros anteriores empleos.
Sin esas dificultades, quizá nos hubiéramos “conformado” con esos trabajos y nunca nos hubiéramos planteado la posibilidad de emprender.
✅ 3 opciones para afrontar nuevos retos laborales
Si algo queda claro después de lo que hemos visto, es esto:
Todos necesitamos afrontar desafíos profesionales de manera continua.
La pregunta es: ¿cómo lograrlo si ahora mismo tu trabajo es monótono y aburrido?
Te explicamos tres caminos, del más sencillo al más complejo.
👉 Opción 1: Imponte retos y objetivos
La premisa es simple: si tu trabajo ahora mismo no te supone un desafío, plantéatelos tú mismo. Ponte las cosas más difíciles a conciencia.
Por ejemplo:
- Si hay una tarea que te lleva dos horas acabar, ¿podrías terminarla en una hora y media? ¿O en una hora?
- Esa misma tarea, ¿podrías ejecutarla de otra forma? ¿Con un sistema de trabajo diferente?
- ¿Hay alguna manera de mejorar los resultados que obtienes?
Vamos a verlo con un caso práctico.
Imagina que trabajas como diseñador web dentro de una empresa. Tu trabajo consiste en programar las webs de tus clientes, y es una labor que ya tienes bastante dominada. Tanto que ya apenas encuentras dificultades.
¿Cómo podrías autoimponerte retos?
Te damos algunas ideas:
- Informándote sobre otras plataformas (como maquetadores visuales) que te permitan diseñar esas webs más rápido sin perder calidad.
- Aprendiendo nuevos lenguajes de programación que te permitan añadir funcionalidades extra a esas webs.
- Investigando sobre experiencia de usuario y psicología aplicada al diseño para crear webs que ayuden a tus clientes a convertir más.
Como te decíamos, este es el camino más sencillo, porque son retos que puedes poner en práctica inmediatamente.
El problema es que este sistema no siempre funciona.
- ¿Y si tus superiores no te permiten implementar esos conocimientos que has adquirido, y prefieren que sigas haciendo las cosas “como siempre”?
- ¿Y si lo de diseñar webs ya no te motiva, y por muchos retos que te impongas tu motivación sigue estando por los suelos?
Pues entonces tienes que ir más allá
👉 Opción 2: Asumir nuevas responsabilidades
Has hecho todo lo posible por mantenerte motivado, pero lo tienes claro.
Lo de diseñar webs se te queda pequeño. Es un trabajo que tienes tan dominado que, simple y llanamente, te resulta insípido.
Así que vas a la oficina de tu jefe y le dices que quieres hacer algo distinto. O al menos, asumir otras tareas aparte de las que ya tienes.
Le dices que, por ejemplo, podrías echarle una mano al especialista SEO, que el pobre siempre va a mil por hora (y así tú podrías aprender un poco sobre SEO y encargarte de optimizar las webs que diseñas).
Esta sería otra opción para afrontar nuevos retos dentro de tu profesión.
Pero de nuevo, hay dos problemas:
- Tu jefe quizá no lo acepte: formar a una persona requiere tiempo. Durante el tiempo que estés aprendiendo SEO serás menos productivo, y ese es un inconveniente que quizá tu superior no esté dispuesto a asumir (“¿Para qué vas a perder el tiempo con el SEO si ya tenemos a una persona que se encarga de eso? Mejor céntrate en lo que sabes hacer)”.
- No siempre puedes absorber más carga de trabajo: incluso si tu jefe te da el visto bueno, ¿realmente vas a poder con todo? Si ya te cuesta sacar adelante el trabajo que te corresponde, ¿vas a poder asumir todavía más? Lo ideal sería que un compañero se encargara de parte de tu trabajo actual para que tú pudieras formarte, pero claro… eso ya es más complicado que te lo acepten.
En este caso nos queda el paso definitivo…
👉 Opción 3: reinventarte profesionalmente y emprender
Si sientes que tu trabajo actual ya no te llena en absoluto, la opción que te queda es reinventarte.
Por supuesto, este no es un salto que tengas que dar de golpe, sino que lo haces poco a poco:
Por ejemplo: como ser diseñador ves que no es para ti, decides reinventarte como Optimizer Manager (que trabaja el diseño web pero combinado con el SEO).
Y para no volver a pasar por lo mismo, decides emprender tu propio negocio, porque es la mejor manera de afrontar nuevos retos y tomar tus propias decisiones.
Emprender es un camino muy difícil y repleto de dificultades.
Pero te aseguramos una cosa.
Si buscas un camino emocionante, que te empuje a superarte y donde la monotonía no exista, esta es tu mejor opción. 😉
Claro que si puedes hacerlo con un poco de ayuda, mucho mejor, ¿verdad?
✅ ¿Preparado para afrontar nuevos desafíos y seguir creciendo profesionalmente?
Como te decíamos, reinventarte y emprender no es fácil.
Lo sabemos bien, porque nosotros mismos lo hicimos hace años. Pero también porque hemos acompañado en ese camino a muchos de los alumnos que han pasado por nuestra escuela.
Y toda esa experiencia la hemos volcado aquí: en nuestro curso 100 % gratuito sobre reinvención profesional.
Una formación que hemos desarrollado junto a dos famosas coaches de renombre nacional, y donde te explicamos cómo:
- Encontrar tu pasión profesional.
- Vencer los miedos que podrían frenarte en tu camino hacia la reinvención.
- Establecer un plan de acción que te permita hacer realidad tu sueño.
>> Entra aquí para acceder al curso gratuito.
¡Nos vemos dentro!