Empezamos fuerte el post.
Según un estudio de la consultora Gallup, el 85% de las personas no se siente a gusto con su trabajo.
Y si estás leyendo esto, seguro que tú también formas parte de esta estadística tan apabullante. De ahí que hayas decidido (o estés pensando) en dejar tu empleo.
Pero claro, aquí es donde te surgen las dudas.
Porque dejar un trabajo es sencillísimo. Lo difícil es hacerlo de la manera correcta, quedando bien con tu jefe y con tus compañeros (porque el mundo es muy pequeño y nunca sabes dónde te los puedes volver a encontrar).
Y más difícil aún, es dejarlo con la seguridad de que no te arrepentirás de esa decisión porque tienes claro cómo vas a seguir generando ingresos.
Eso explica que, de ese 85%, solo un pequeño porcentaje se atreva a dar el salto y cumplir el sueño de “despedir a su jefe”.
Y si tú quieres entrar en ese club tan exclusivo, este post te interesa.
Aquí te vamos a explicar cómo dejar un trabajo de la manera correcta y cómo planificar tus próximos pasos para no acabar echando de menos a tu jefe. 😉
Vamos a ello.
Índice de contenidos del artículo:
✅ Antes de pensar en cómo dejar tu trabajo… diseña tu plan de acción
Lo sabemos, ahora mismo lo que estás deseando es plantarte en el despacho de tu jefe y anunciarle que te vas. Pero recuerda que hay un “día después”.
Y en ese día hay que seguir pagando las facturas. 😉
Si tu idea es cambiar de empleador y seguir trabajando por cuenta ajena, la solución es más simple. Buscas otra empresa en la que te interese trabajar, negocias las condiciones del contrato y entonces le dices a tu jefe que lo dejas.
Pero si tu intención es emprender, la cosa cambia. Y mucho.
Te lo explicamos por pasos.
👉 1. Pon tus objetivos sobre el papel
Lo primero que te recomendamos es apuntar en un documento en blanco (o en una libreta, si eres más analógico) todo lo que esperas conseguir al dejar tu trabajo.
Esto es lo que se suele llamar tu “porqué”.
Por ejemplo:
- Voy a hacer realidad ese negocio con el que tiempo llevo soñando.
- Podré trabajar desde casa y pasar más tiempo con mis hijos.
- Me mudaré a Tailandia y/o viviré como nómada digital viajando por el mundo.
Tener apuntado este objetivo (u objetivos, si son varios) te dará claridad, porque a partir de él construirás todo tu plan de acción.
Además, te recomendamos que dejes ese porqué siempre a la vista.
Así lo tendrás como un recordatorio diario de lo que quieres conseguir y te ayudará a mantener la motivación alta (por ejemplo, nosotros lo teníamos en una pegatina en la puerta de la nevera).
👉 2. Un colchón te da tranquilidad
Esto no es obligatorio, pero sí muy recomendable.
Imagina que dejas tu trabajo y lanzas tu negocio con muchas ganas, pero conseguir clientes te resulta más difícil de lo que esperabas.
Pasan los meses y los números de tu cuenta bancaria se acercan peligrosamente al rojo.
Y en ese momento empiezas a pensar: “¿Debería llamar a mi jefe, a ver si todavía me puede devolver mi puesto?”.
Para evitar flaquear en esos momentos es para lo que sirve el colchón. Es decir, un fondo de seguridad económico que cubra todos tus gastos para un periodo determinado de tiempo (entre seis meses y un año como mínimo). Contar con él te dará margen para arrancar con tu negocio y hacerlo crecer.
Claro que sería incluso mejor dejar tu trabajo y empezar teniendo clientes desde el primer día, ¿no? 😉
👉 3. Dale forma a tu proyecto (y ponlo en marcha)
Si lo que pretendes es dejar tu empleo para emprender, lo más recomendable es lanzar tu negocio mientras sigues en tu trabajo actual y compaginarlo durante un tiempo.
Incluso si solo puedes dedicarle un par de horas al día, eso será suficiente para hacerlo crecer.
Así, cuando llegue el momento de despedirte ya tendrás una marca con cierto reconocimiento y una cartera de clientes. Además, si ofreces algún servicio recurrente como el Optimizer Manager también partirás con con unos ingresos fijos cada mes, que siempre ayuda. 😉
Y si por lo que sea tu idea de negocio no funciona, seguirás teniendo tu nómina como una red de seguridad.
Sobre esto te dejamos un par de artículos que te pueden interesar:
✅ ¿Listo para dejar tu trabajo? Esto es lo que puedes hacer
Llegó el momento.
Ahora que por fin lo tienes todo listo, es hora de anunciarle a tu jefe que vas a dejar tu empleo para centrarte al 100% en tu proyecto personal.
Pero ojo, porque antes de llamar a la puerta de su despacho, debes tener en cuenta varias cuestiones.
👉 1. Antes de nada, baraja otras opciones
Esto quizá te resulte un poco extraño pero… ¿has pensado si hay otra opción mejor aparte de renunciar?
“¿Cómo? Pero si yo lo que quiero es irme, estoy harto de este trabajo”.
Sí, lo sabemos.
Pero piensa que pasar de dedicarle una o dos horas al día a tu negocio personal a convertirlo en tu fuente principal de ingresos, hay salto importante.
Por eso, hay otras opciones intermedias que te pueden resultar interesantes:
- Pedir una excedencia: solicitar una excedencia de un año, por ejemplo, te permite centrarte en levantar tu negocio pero con la tranquilidad de mantener tu empleo como asalariado, por si un día quisieras recuperarlo (aunque esto ocurre poquísimas veces, porque emprender engancha). 😉
- Solicitar una media jornada: otra opción muy interesante para poder dedicar más tiempo a tu negocio pero seguir contando con unos ingresos fijos.
- Negociar tu despido: si tienes buena relación con tu jefe, puedes tratar de pactar un despido consensuado. Así tendrás acceso a paro y a una indemnización por despido (a diferencia de si la baja es voluntaria).
Cualquiera de estas opciones te dará más margen para hacer crecer tu proyecto personal.
👉 2. Avisa con tiempo
Supongamos que después de todo has decidido renunciar y separarte por completo de tu actual empresa.
Pues lo primero es avisar con 15 días de antelación.
Para empezar este es el periodo mínimo que marca la ley. Si avisas con menos tiempo la empresa tiene derecho a retener parte de tu sueldo a modo de indemnización.
Lo que no se suele recomendar es avisar con más de 15 días. Por ejemplo, si anuncias que piensas irte dentro de un mes, quizá tu jefe o tus compañeros piensen que durante esos 30 días vas a rendir menos, y podría crearse un ambiente incómodo en la oficina.
15 días es más que suficiente para dejar tu trabajo en orden y que la empresa busque a un sustituto.
👉 3. Tu jefe debe ser el primero en enterarse
Imagina que, en un calentón, le sueltas a un compañero que tienes pensado renunciar, aunque sabes que aún te faltan meses para hacerlo.
A este compañero, que es un pelín indiscreto, se le acaba escapando y se lo cuenta a otro. Y este a su vez a otro… así hasta que el rumor recorre la oficina entera y llega a oídos de tu jefe.
Como resultado, decide despedirte y empezar a buscar a otra persona mucho antes de lo que esperabas, y sin que hayas tenido margen para afianzar tu negocio.
Mal asunto.
Lo mejor es que, una vez hayas tomado la decisión, te lo guardes hasta el momento de dejarlo. Y solo entonces avisas a tu jefe de que quieres verte con él porque tienes algo que decirle.
Y ahora sí, pasamos al momento cumbre. 😉
👉 4. Explícale a tu jefe por qué te vas (pero sé diplomático)
Ojo con esto. Decirle “por qué te vas” no significa soltarle todo lo que llevabas meses guardándote.
Por muy a disgusto que hayas estado, ahora es el momento de tener «mano izquierda».
Explícale que te marchas porque has decidido lanzar un proyecto personal y quieres dedicarle todas tus energías (no porque estás harto de aguantar sus broncas mañaneras cuando todavía no llevas ni un café en el cuerpo).
Recuerda, lo que queremos es salir con buen pie.
Y por favor: nunca, nunca, nunca le digas que te vas a ir por email o con un mensaje de WhatsApp. Una conservación agradable cara a cara donde le explicas tus motivos para dimitir, te ayudará a dejar una mejor impresión.
Nota: en esta reunión puedes entregarle también tu carta de renuncia para que quede constancia del día en el que has anunciado tu decisión de marcharte.
✅ ¿Buscas una nueva profesión para reinventarte?
Ahora ya sabes qué debes hacer cuando llegue el momento de dejar tu trabajo.
Pero ¿tienes claro qué vas a hacer el “día después”? Porque como te decíamos, eso es lo primero que debes pensar si no quieres acabar echando de menos a tu querido jefe. 😉
Opciones hay muchas, pero la que nosotros te aconsejamos es esta: reinventarte como Optimizer Manager.
Y aquí te van nuestras razones:
- La competencia es baja, porque se trata de un perfil reciente (aunque eso está cambiando bastante rápido).
- Diseña estrategias de captación online, algo que cualquier empresa por Internet necesita.
- Trabaja con un método sólido, porque es el mismo que nosotros usamos con los clientes de la agencia desde hace más de 12 años.
- Desde el primer cliente ya estás generando ingresos recurrentes todos los meses (¡hasta luego, incertidumbre!).
Si quieres saber más sobre la figura del Optimizer Manager y sobre cómo convertirte en uno, tienes toda la información en este enlace.
Y ahí mismo también puedes inscribirte a la lista de espera para que seas el primero en enterarte cuando lancemos la próxima edición del máster de Optimizer Manager.
¿Preparado para darle un giro a tu carrera?