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¿Te suena el nombre de Robert Kelly?
Es un analista político estadounidense especializado en asuntos surcoreanos. Toda una eminencia en su campo.
“Muy bien, pero ¿qué tiene que ver este señor con lo de teletrabajar con niños?”.
Pues (por desgracia para él), mucho. Y es que Kelly saltó a la fama en 2017 cuando, en mitad de una entrevista en directo de la BBC, sus hijos decidieron hacerle “una visita a papi”:
Ahora seguro que te suena más, ¿verdad?
En ese momento mucha gente se reía del pobre Kelly… hasta que unos años después se vieron en su misma situación: trabajando desde casa por culpa del confinamiento y rezando para que los niños no les interrumpieran durante una llamada de Zoom con su jefe.
Y es que teletrabajar con tus hijos al lado es una experiencia muy bonita, pero también puede hacer que termines tirándote de los pelos y añorando tu oficina.
Para que no te pase, en este post te vamos a dar varios consejos sacados de nuestra propia experiencia como papás que teletrabajan (ventajas de tener un negocio online). 😉
¿Listo?
Pues vamos allá.
Índice de contenidos del artículo:
Aunque hablemos de trabajar desde casa “con niños” en general, la cosa varía mucho según si tienes un niño pequeño o un bebé.
Lo sabemos bien, porque nosotros hemos vivido ambas situaciones.
El segundo caso suele ser más complicado, porque un bebé es mucho más dependiente de ti (salvo que el tuyo sea uno de esos que se echan la siesta, duermen toda la noche seguida y nunca lloran… hay quien asegura que existen). Pero tampoco es imposible.
No te preocupes, porque vamos a ofrecerte consejos válidos para cualquiera de los dos casos.
Las cosas son más fáciles si tienes libertad para elegir tus propios horarios. Por ejemplo, si diriges tu propio negocio online.
Eso te permitirá organizarte mejor la jornada y aprovechar:
Hay mil maneras de organizarte y solo tú puedes decidir cuál te funciona mejor, pero hay una regla que no falla nunca:
Aprovecha las horas en las que sepas que no te van a interrumpir para terminar las tareas más complicadas.
Las que requieran toda tu concentración.
Ya habrá tiempo luego para responder emails, enviar facturas, publicar en redes sociales…
Cuando teletrabajas con niños, las jornadas intensivas dejan de existir. Con suerte conseguirás pasar más de 2 horas seguidas trabajando sin que te interrumpan.
Lo mejor (para tus hijos y para tu salud mental) es que programes varios periodos de descanso para estar con ellos.
Por ejemplo:
Este sistema tiene dos ventajas.
La primera es que, de esta manera, pasarán más tiempo contigo a lo largo del día, se aburrirán menos y serán menos propensos a interrumpirte (si ya tienen unos años).
Y la segunda es que tú no te sentirás culpable por no dedicarles tiempo de calidad. Porque sí, esto te puede pasar incluso si trabajas desde casa.
Esta es una norma básica cuando empiezas a teletrabajar, pero con niños es todavía más importante.
Olvídate de trabajar en el salón o en la mesa de la cocina. Tendrás más interrupciones al ser zonas de tránsito (y además te acabará doliendo la espalda por no usar una silla y un escritorio ergonómicos).
Para trabajar necesitas un espacio que sea solo tuyo.
Lo ideal es que tengas tu propio despacho, pero si esto no es posible, al menos instálate en el dormitorio o en alguna habitación aparte.
Esto te ayudará a marcar límites con los niños más mayores. Les dices: “Cuando mamá/papá está en esta habitación no se le puede molestar, es como si estuviera en el trabajo”.
Ojo, seguramente no te harán caso a la primera (ni a la segunda, ni a la tercera…). Como con cualquier nueva regla, hace falta paciencia para que la asimilen.
Ya sabes que a los niños les encanta imitar lo que hacemos los mayores, así que… ¿por qué no ponerlos a trabajar también?
Esto lo hemos probado alguna vez con Carlos y nos ha ido bien. Le dejamos un huequito en el escritorio, folios y unos cuántos lápices y rotuladores, y a currar con mamá y papá. Eso sí, solo vale si está muy, muy calladito y se porta muy bien. 😉
Incluso te puede servir para teletrabajar con un bebé muy dependiente.
Si tu bebé llora más cuando estás en otra habitación, prueba a instalar la cuna en tu despacho. O incluso puedes colgártelo con el portabebés mientras trabajas. Al sentirte cerca, es posible que se tranquilice y duerma mejor (y se despierte menos, llore menos, no te distraiga…).
Como es lógico, habrá niños con los que esta solución no funcione, pero todo es cuestión de probar.
Tanto Fran como yo trabajamos en casa desde el principio, y eso es una gran ventaja.
Si, por ejemplo, tenemos programada una reunión con un cliente, uno de los dos se puede quedar cuidando de Carlos y Amélie (y que no nos pase como a Robert Kelly, el del principio del post).
Además, si uno de los dos está más ocupado en un día concreto, el otro puede encargarse de las tareas del hogar o de estar con los niños.
Pero sabemos que no todo el mundo tiene la misma suerte.
Si tu pareja trabaja fuera, pídele que cuando llegue a casa se ocupe de las tareas cotidianas (lavar platos, poner la lavadora) y de jugar con los niños, para que tú puedas seguir trabajando.
Y hazlo sin ningún remordimiento: puede que él/ella también lleve 8 horas trabajando, pero no ha tenido que hacerlo con los niños alborotando, abriéndole la puerta cada 10 minutos y negociando para no tener que comerse las verduras.
Con semejante panorama tú ya habrás tenido tarea por partida doble.
Todo lo que te hemos explicado ahora te ayudará a gestionar mejor tu teletrabajo y a disfrutar aún más estando junto a tus hijos.
Pero hay una cosa que debes tener muy clara: habrá días en los que no puedas con todo.
Días en los que te dejes tareas pendientes.
En los que se te acumulará el trabajo y no podrás estar con tus hijos tanto como querrías.
O en los que terminarás tan agotado que no tendrás fuerzas para seguir trabajando, por mucho que tu perfeccionismo te exija lo contrario.
Y, ¿sabes qué? No-Pasa-Nada.
Hay días en los que no se puede ser una supermamá o un superpapá y encima seguir dando el 200 % en tu negocio. Es lo más normal del mundo y no tienes que sentirte culpable por ello.
Somos humanos y tenemos derecho a fallar de vez en cuando.
Esto es muy importante.
Teletrabajar y poder pasar tiempo con tus hijos es una experiencia maravillosa… pero algunos días se hace cuesta arriba.
En esos casos lo mejor es tener personas de confianza con las que puedas compartir cómo te sientes. Puede ser tu propia pareja, un amigo, un familiar…
Pero si es alguien que está en tu misma situación, mejor.
Eso lo notamos mucho cuando emprendimos, porque en nuestro círculo no había otros emprendedores online. Por eso les costaba entender que trabajar desde casa no era «un chollo” (ahora, después del confinamiento, muchos se han dado cuenta de lo complicado que puede llegar a ser).
Cuando tu red de apoyo está compuesta por otros emprendedores como tú, la diferencia es abismal (y si encima también son papás, mejor que mejor).
Quizá no puedan darte ningún consejo concreto para que tu niño haga menos ruido o se coma toda la comida, pero al menos no te dirán eso de “Mucho te quejas, pero yo pagaría lo que fuera por estar en tu situación”. 😉
Que hayas llegado hasta aquí es buena señal.
Eso significa que no te has asustado a pesar de todo lo que te hemos contado, y que sigues decidido a trabajar desde casa con tus hijos al lado. 😉
Y con sinceridad te decimos que, aunque sea difícil a veces, nosotros no lo cambiaríamos por nada. De hecho esa fue una de las principales razones por las que emprendimos online, para tener esa libertad geográfica y de horarios que nos permitiera estar junto a nuestros hijos.
Y es la misma razón por la que muchos alumnos de nuestra escuela han decidido convertirse en Optimizer Manager.
Un perfil digital que diseña estrategias de captación online con Google para sus clientes, y que tiene muchísimas ventajas:
¿Quieres saber más sobre esta profesión y sobre cómo puedes convertirte en un Optimizer Manager?
Ahora mismo las puertas del entrenamiento están cerradas, pero entrando en el enlace puedes apuntarte a la lista de espera para que te avisemos en cuanto volvamos a abrirlas.
Prepárate, porque lo de trabajar en casa con tus hijos está mucho más cerca de lo que crees. 😉
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